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La elección extraordinaria – Oscar Díaz Salazar

El calendario electoral de Tamaulipas, señalaba que habría un periodo de dos años, hasta mediados del 2024, sin elecciones, siendo un tiempo más que suficiente para que se consolidara el gobierno de Américo Villarreal, y para que menguara el poder de los presidentes municipales, por la cercanía con el fin de sus respectivos trienios.

La sorpresiva y lamentable muerte del senador suplente, Faustino López Vargas, modifica el calendario electoral y la situación política del Estado, poniendo al gobernador Américo Villarreal en la complicada situación de «operar» una elección estatal, con la mayoría de los presidentes municipales como rivales «reales», me refiero a los panistas, y con los suyos, como amigos de mentiritas, y aquí me refiero a los de morena, esos que se sintieron marginados en la integración del gabinete y agraviados por las acciones y las omisiones del «orgullo de mi nepotismo».

La repentina situación política del Estado, me trae a la memoria la expresión que señala: «ten cuidado con lo que deseas, porque se te puede cumplir», y lo digo pensando en que Américo Villarreal se quiso quedar solo, gobernando con sus amigos de Victoria… Y se le puede cumplir.

Ni el grupo de la presidencia municipal de Reynosa, ni otro personaje del municipio más grande del Estado, -en donde reside el doble de la población de Victoria-, fue invitado al gabinete. ¿Quién le va a operar la campaña de senador en Reynosa?

La única matamorense invitada al gobierno con el rango de Secretaria, fue Adriana Lozano, una mujer que se ha trepado a la ola lopista (de López Obrador en 2018 y de Mario López en 2021) para ganar las elecciones, pero que no cuenta con las simpatías de su alcalde, antes al contrario, su nombramiento representó una afrenta para La Borrega. El presidente del municipio que más votos le dió a Américo Villarreal, fue ninguneado en la integración del gabinete, y ahora ¿con qué cara le piden que apoye al candidato del gobernador?

En Nuevo Laredo, el equipo de la AVAnzada, (nótese el personalismo y el desprecio a las siglas y al partido morena) decidió reconocer como interlocutor político a los Deandar Cantú, dejando de lado al grupo y clan de los Cantú Rosas, cuyo valor y representación se limitan al control de la presidencia municipal con el mayor presupuesto del Estado (casi nada). Los Américos olvidan que, al igual que en Reynosa, los conocidos, los intereses y no pocos afectos de esos políticos, están en el Partido Acción Nacional, a donde pueden regresar en cualquier momento.

En el caso del Partido del Trabajo y el Partido Verde, el acompañamiento para su candidato al Senado, en la elección extraordinaria, la tendrán que «amarrar» en CDMX, en las instancias nacionales de los partidos, pues aquí corren el riesgo de que les devuelvan la copa y les paguen con la misma moneda del desprecio. Los petistas y los verdes de Tamaulipas, ya están hartos de ser tratados como perros de rancho, esos que los sueltan en las broncas para que cuiden la casa y los amarran cuando hay pachanga.

Me parece que la suerte le sigue sonriendo al gobernador Américo Villarreal, pues la lección que estaba prevista para el 2024, y que le traería resultados muy negativos para su gobierno, el destino se la puso muy cerca en el tiempo, y con pocos espacios políticos en juego.

Por lo pronto, los Américos tendrán la oportunidad de enterarse que la AVAnzada no es un partido político, la AVAnzada no puede registrar candidatos, la AVAnzada no puede integrar coaliciones ni aparecer en las boletas. Todo eso, y más, lo tendrán que hacer con morena, con el PT, con el Partido Verde, y con los actores políticos y militantes de todo el Estado de Tamaulipas, pues con Victoria, con los amigos y con los priistas, no les alcanza para ganar una elección.

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